En el número de mayo 2010 de Rolling Stone, encontramos una pequeña sección titulada "Sevilla tiene un color especial" (de nuevo recurriendo al tópico para hablar de esta ciudad), en la que el periodista musical Darío Manrique hace una breve panorámica de la escena musical indie sevillana, deteniéndose a comentar los discos de Pony Bravo, Fiera y Las Buenas Noches.
Tengo que confesar que sólo conocía a los primeros, por referencias indirectas y ni siquiera los había escuchado. Tras bichear un poco por webs y myspaces e indagar estilos, referencias y demás, me quedo con una sensación bastante extraña. Hasta ahora, yo diría que se tenía a Sevilla por una especie de meca del hip-hop nacional: SFDK, la Mala Rodríguez, Tote King... Es curioso que la selección que llega a las páginas del Rolling no sólo no tiene nada que ver con esto, sino que las propuestas de estos grupos nada tienen que ver entre sí. Desde la mezcla de rock andaluz, reggae y psicodelia de Pony Bravo, pasando por el punk rabioso de Fiera hasta el folk de tipo mediterráneo de Las Buenas Noches, lo único que podría unir a estos grupos es su procedencia.
¿Es suficiente para hablar de una escena sevillana? Puede que no, pero lo cierto es que parecen surgir propuestas alejadas de un tipismo que le ha hecho más mal que bien al pop sevillano. ¿Para cuándo una escena verdaderamente activa, con salas y bares dónde poder tocar?
¿Es suficiente para hablar de una escena sevillana? Puede que no, pero lo cierto es que parecen surgir propuestas alejadas de un tipismo que le ha hecho más mal que bien al pop sevillano. ¿Para cuándo una escena verdaderamente activa, con salas y bares dónde poder tocar?
Fiera - Pisapapeles
Las Buenas Noches - El Fin del Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario